Same old story

Nos importa mucho quedar bien. Aunque nos hagamos los superados, los rebeldes, los pro, nos importa quedar bien. Nos importa que el resto nos vea como buenas personas, cuando conocemos a alguien que nos cae bien, que admiramos queremos dejar una buena impresion.
Y a veces uno se va de boca, habla mucho, cuenta demasiado, hace papelones, tiene reacciones que no puede controlar y a eso le sigue una extraña sencacion. Algo asi como verguenza, bronca impotencia. Verguenza por creer que no quedamos bien, bronca porque consideramos que somos mejor que lo que demostramos en ese momento, impotencia porque no se puede vovler el tiempo atras.
Entonces, me siento una tarada, una estupida y me hago la cabeza porque no se que habran pensado, porque no se con que cara mirarlos mañana.
Lo que cuesta ver es que, en realidad, toda la preocupacion, la angustia, la impotencia no es por como me vieron ellos sino por como me vi yo. Quizas cuando hacemos papelones, hablamos demasiado o cuando reaccionamos de forma inapropiada no quedamos mal a los ojos del resto. Pero a nuestros ojos, en nuestra percepcion, lo que hicimos no fue bueno y por eso nos invaden todas esas sensaciones. Los otros probablemente se olviden del suceso a los cinco minutos la mayoria de las veces pero es uno el que se presiona porque lo que hace mal es quedar mal con uno mismo, no gustarnos a los ojos de nuestra propia alma es lo que nos incomoda sobremanera. Y es peor cuando nos damos cuenta que lo que no nos gusto es algo que ya sabiamos que no nos gustaba de nosotros, lo que nos deja disconformes es algo que ya habiamos hecho, que juramos no volver a hacer y que sin embargo repetimos.