Un cuadro a la intemperie con una mujer desdibujada y unos colores vibrantes. Ese proyecto de cuadro que me recuerda porque estoy donde estoy, porque termine aca.
Las lagrimas de cocodrilo y las series juveniles tuvieron su cuarto de hora y en mi cama vacia la ausencia, la mujer desdibujada, los colores vibrantes, los amores lejanos. Son el martir de los amores no correspondidos, la confirmacion de mi desmesura. No la desmesura del heroe de tragedia griega, mas bien la desmesura de la reaccion ante la falta de.
No estoy siendo clara. Es porque no me animo a ser totalmente sincera.
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