El profeprofesor me pone en perspectiva.
Entre otras cosas me mostro el gran epitafio de Locke, que dice algo asi como que era un hombre contento con su mediania. Estar contenta con mi mediania es la proxima meta, eso no quiere decir, bajo ningun punto de vista, perder los sueños.
Si señores, idealizo y amo (¿amo? ¿no sera mucho?) en secreto (o en no tan secreto) a mi profesor.
Peuqeña aclaracion: estoy muy ocupada y a punto de colapsar cuando vuelva en serio les cuento. El post anterior fue escrito en un rapto de sinceridad y debo decirles que aun no me animo a releerlo.
lunes, 9 de noviembre de 2009
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me rei con eso de tener miedo a re-leer algo q se escribe en un momento crítico. me suele pasar de seguido.
ResponderEliminarsaludos =)
Srta Esmeralda: Pasaba por acá y me dieron ganas de abrazarla.
ResponderEliminarVengo en un ratito, y comento como es debido.
Pable
Jajajajaja, me ha pasado. Es interesante enamorarse del profesor. Lo malo viene después. Cuando te enteras que es gay, o que está casado y con un ejército de hijos. Pero espero que no sea tu caso.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso :)
en nuestras fantasias siempre lo pensamos, como seria mantener una historia con tu profesora, pero volvemos a la realidad y somos simples alumnos. me gusta lo que leo, sigo ojeando.
ResponderEliminarun saludo!