domingo, 31 de enero de 2010

ESCRIBO
(...)
Escribo porque se me sube el indio, porque se me sale el monstruo, porque se me mete el diablo. Escribo como un anciano que va por la calle hablando solo. Escribo como un loco calato que te amenaza con su mugre y con su piedra. (...)
Escribo, por supuesto, para vengarme de todos y cada uno de ustedes.
Escribo porque escribir es bueno para la salud, porque, a veces, escribir me desencadena un llanto tan violento como la náusea que hace estallar un dedo en la garganta. Escribo para poder rugir, en consecuencia, para poder ladrar, para poder aullar como un pobre perro callejero al que han pateado brutalmente.
Escribo porque no tengo perro que me ladre.
Escribo porque se que no he de tener hijos. Escribo en nombre de todo lo perdido, en nombre de lo que siempre extrañare. Escribo para nunca dejar de llorar a mis muertos. (...)
Escribo para que, si no me pueden respetar, me teman. Escribo porque, en el fondo, yo también me siento indigno, sucio, vil y feo. Escribo para distraer mi mente de los crímenes pendientes. O lo que es lo mismo: escribo para no tener nunca que matar a nadie, ni siquiera a mí.
Escribo porque no sé qué más hacer conmigo. Escribo en nombre de los traicionados, los tristes, los humillados, los parias, los linchados, los heridos. Escribo por los que ya no pueden defenderse. Escribo porque es posible que yo tampoco pueda más.
Pero tmb escribo porque escribiendo soy el mas guapo del barrio.
Porque cuando escribo es como si tocara el piano y millones me escucharan, absortos, enamorados, enardecidos, extasiados. (...)
Porque escribir es la única manera que conozco de rezar. (...)
Escribo porque estoy demasiado libre o, lo que es lo mismo, demasiado solo. Escribo por la misma razón por la que leo o voy al cine: porque cualquier historia suficientemente eficaz hará el milagro de suspenderme la existencia.
Escribo para hacer de cuenta que tengo una cita con cada uno de ustedes. Que tengo planes para este sabado. Que siempre hay gente que me esta esperando.
Escribo porque quiero saber de qué color son mis circuitos, mis engranajes y mis tripas, porque necesito saber qué demonios tengo dentro: qué parásitos, qué aliens y qué antiguos espíritus me habitan.
Escribo porque no tengo esposa, ni psicologo, ni cura, porque necesito urgentemente conversarme y contarme mis problemas a mi mismo y escucharme y tratar de comprenderme y perdonarme.
Y perdonarme. Y perdonarme.
(...)
Escribo para que esta vieja computadora no me sirva sólo para masturbarme en las madrugadas. Escribo porque desde niño me he aburrido y me aburro y me aburrire siempre, mortalmente. Escribo porque este tono es muy monse, porque esta mochila ya me pesa, porque esta pelicula es muy lenta.
(...) Escribo porque siento que me abandonan las ganas y los recuerdos. Escribo porque se me terminan los amigos y los sueños.
Escribo porque escribir me da menos vergüenza que adorarte, menos vergüenza que mandar cartas al infinito, menos vergüenza que sentarme a esperar que quizás alguien, algún día...
Escribo para celebrarme y para destruirte. Para destruirme y para celebrarte.
Escribo para que sepan todos que, ahora, te quiero mas. Para que sepan todos que ya no te quiero pero cuánto te quise. Para que el solo hecho de saberlo te arrebate la felicidad. O te la duplique.
Escribo para resistir la tentación maldita de marcar tu númer. Escribo para ver si me das un poquito de bola.
Escribo para recordarte que todavía estoy aquí. Que, por si acaso, todavia no me he muerto, puta madre, no me he muerto.
Pero escribo, sobre todo, con el loco afán de llamar tu atención.
Para que me mires. Para que me mires, pero no me toques. Para eso escribo, para que no tengas ni siquiera la ocasión de sonreírme con dulzura. Para que no me hables, para que no me abraces, para que, por lo que más quieras, no me beses.
Por favor, no me beses.

Beto Ortiz, Por favor no me beses.

Y ustedes?

2 comentarios:

  1. ¿A mí? A mí que sí me bese. Total, ¿qué sería lo peor que podría pasar?

    ¡Enhorabuena por el texto, Esmeralda!

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